La necesidad de realizar cálculos complejos llevó al desarrollo de las primeras computadoras como el MARK-I y el ENIAC. A lo largo de las generaciones, las computadoras se hicieron más pequeñas, rápidas y potentes, pasando de usar válvulas a transistores, circuitos integrados y microprocesadores. Esto permitió el desarrollo de computadoras personales y la inteligencia artificial.